Guionista

Las mentiras forman parte de nuestra vida, de la de todos, sin excepción.

Pequeñas mentiras, tonterías, por no molestar, por supervivencia, por mantener el equilibrio de nuestras vidas, de nuestras relaciones. Incluso los que dicen ser sinceros, mienten. ¿O decimos lo que pensamos realmente en los chats del colegio? ¿Contamos todo lo que sabemos de nuestro entorno laboral? ¿Somos sinceros en las cenas de amigos?  ¿Y con nuestra pareja? Si siempre fuéramos sinceros la vida sería inaguantable. Y a medida que nos hacemos mayores mentimos más, porque tenemos mucho más que perder. Poco a poco creamos una tela de araña que nos atrapa y nos convierte en prisioneros. Y aunque lleguemos a estar hartos de todo lo que tenemos, al mismo tiempo no queremos perderlo. Y seguimos mintiendo. ¿Pero qué pasaría si lo que estuviese en juego no fueras tú sino la vida de tus hijos... su libertad?

Supongamos que han cometido un crimen y sólo tú lo sabes. ¿Les aconsejarías que mintiesen? ¿o les obligarías a que se enfrentasen a las consecuencias de sus actos? ¿Qué significa ser una buena madre? Proteger a tus hijos, ¿no? ¿Pero qué es protegerles? ¿Esconder lo que han hecho? ¿O decirles que se entreguen?

Este es el dilema central de la segunda temporada de TODOS MIENTEN.

Espero que la disfrutéis.

-Eva Santolaria